Así lo asegura la Organización Panamericana de la Salud. Conocer cuáles son los factores de riesgo, cómo prevenirlos, la importancia de una adecuada higiene bucal y el correcto cepillado es el punto de partida; además de realizar controles odontológicos cada seis meses.
Según la Organización Mundial de la Salud, la salud bucodental es 'la ausencia de dolor orofacial, cáncer de boca o de garganta, infecciones y llagas bucales, enfermedades de las encías, caries, pérdida de dientes y otras enfermedades y trastornos'. Además del equilibrio y bienestar psicosocial, ya que las condiciones de vida influyen directamente sobre la salud bucal (falta de acceso al saneamiento, una adecuada alimentación, etc.)
La presencia de algunas de estas dolencias puede limitar la capacidad de morder, masticar, sonreír y hablar. Por eso es fundamental adoptar pautas de prevención para gozar de una buena salud y una buena calidad de vida.
Debido a la importancia de su cuidado, la OMS la incluyó en 2019 en la Declaración política sobre la cobertura sanitaria universal. En ese marco recomienda que para reducir los trastornos de salud bucodental se requiere 'prestar más atención a la prevención y a los tratamientos menores, y descartar los tratamientos dentales invasivos'.
Factores de riesgo y prevención
Entre los factores que contribuyen a las enfermedades bucodentales debemos mencionar al consumo de golosinas, bebidas azucaradas, tabaco y consumo excesivo de alcohol, y una higiene dental deficiente. Es por eso que la mayoría de los trastornos de salud bucodental son prevenibles y, si se los trata en etapas iniciales, el pronóstico y evolución son favorables en muchos casos.
Entonces, para reducir la incidencia de las enfermedades bucodentales resulta esencial adoptar prácticas y conductas orientadas a la prevención. Uno de los principales tópicos a tener en cuenta son las pautas de alimentación. Así, una dieta equilibrada baja en azúcares, con muchas frutas y hortalizas, sin bebidas gaseosas, contribuirá a mantener una boca saludable. También es recomendable reducir el consumo de alcohol, y eliminar el consumo de tabaco.
Además, para evitar lesiones que podrían llegar a complicarse, se sugiere emplear elementos de protección a la hora de practicar deportes y reducir de ese modo la posibilidad de traumatismos faciales. Lógicamente, y aunque parezca una obviedad, la higiene bucal asociada a un correcto cepillado, al menos dos veces al día, y el uso de hilo dental, redundará en un adecuado cuidado, reduciendo el riesgo de contraer estas dolencias. Además, con la visita cada seis meses al odontólogo para revisión y control, es factible la detección temprana y la posibilidad de iniciar cuanto antes un tratamiento adecuado.
En ese sentido, la Organización Panamericana de la Salud advierte que 'con buenos hábitos y chequeos regulares se podrían prevenir la mayoría de problemas de la salud oral'. Destaca la importancia de prevenir y proteger la salud bucodental antes de la aparición de los problemas.
Un problema mundial
En todo el planeta las dolencias bucodentales son una importante carga para el sector de la salud. De acuerdo con cifras recientes de la OMS, se estima que las enfermedades bucodentales afectan a alrededor de 3500 millones de personas, casi la mitad de la población mundial. Entre los afectados aparece la niñez, con más de 530 millones de chicos que sufren caries en los dientes de leche. Asimismo, la periodontitis grave afecta al 10% de la población mundial y puede provocar la pérdida de piezas dentarias.
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